La sibila, según la antigua tradición de los Delfos la persona que necesitaba hacer una consulta tenía que ingresar al oráculo sagrado para adivinar el futuro. Después de hacer este paso venia los más difícil, que era aplicar la conocida formula «conócete a ti mismo».
Otros de los pasos necesarios para que su futuro fuera adivinado de manera correcta, era proceder a entrar a una gruta con poca iluminación, en ese lugar el consultante debía hacer su pregunta. Igualmente, dicha pregunta era respondida por una mujer con la voz normalmente era quebrada,
Según la tradición se le llamaba pitonisa o sibila. En algunos textos antiguos la palabra «sibila» proviene de un personaje de la mitología griega y romana.
Se decía que la mujer que fuera considerada como una adivina, tenía que tener poderes para adivinar el futuro y dar profecías (en algunos casos adivinaban el tarot gratis). Asimismo, se pensaba que los poderes eran otorgados por el dios Apolo.
Había la creencia que Apolo seleccionaba muy bien a las mujeres que les pensaba otorgar los dones. Hoy en día no se les llama sibilas, sino que los nombran como adivinos o adivinas.
Las adivinas más poderosas de la historia
Lo que Vamos a Encontrar
Las más reconocidas y famosas pitonisas de la historia tuvieron la particularidad de destacar por sus grandes predicciones que marcaron un hito en el mundo. Una de estas predicciones fue la del nacimiento de cristo, el cual fue profetizado por una legendaria adivina.
Igualmente, eran reconocidas por su sabiduría y por los dones de la adivinación y de la visión que les permitían ver el futuro y anticiparse a él. Según textos de la cultura griega, se llamaban estos dones como «pensamiento divino» debido a que en esa cultura se pensaba que solo los dioses eran los que podían ver el futuro.
Igualmente, eran reconocidas por su sabiduría y por los dones de la adivinación y de la visión que les permitían ver el futuro y anticiparse a él. Según textos de la cultura griega, se llamaban estos dones como «pensamiento divino» debido a que en esa cultura se pensaba que solo los dioses eran los que podían ver el futuro.
la sibila eritrea
La sibila eritrea fue una mujer que se destacó por pertenecer al mundo de las sacerdotisas, además, contaba con el don de la profecía. Esta adivina nació en Eritras, al oeste de la península de Anatolia, sus padres se llamaban Berosus y Erimanta.
La adivina eritrea aparece en la obra «Instituciones divinas» que fue hecha por Lantancio, quién se basó en su diseño con fuentes como el Varón y Apolo doro de Eritrea.
En la obra se afirma que la sibila fue la que predijo la destrucción de troya en la denominada guerra de troya, lo que permitió que se convirtiera en una de las mejores adivinas de la historia.
Predijo que el Poeta Homero haría un poema en honor a la guerra de troya , además, menciono que en ese poema habría muchas falsedades que buscaban distorsionar la verdad, una de ellas fue cuando Homero nombro al denominado caballo de troya.
Perteneció al grupo de las únicas sibilas que aunque nació en Babilonia, adoptó el nombre de eritrea. Por otra parte, se piensa que el famoso libro fue muy aceptado y valorado por la sutileza con la que fue escrito, y por las predicciones que hacia allí la bruja de eritrea, muchas de esas predicciones se cumplieron a lo largo del tiempo.
La adivina pérsica
También fue conocida como la sibila babilónica, reconocida en varias regiones debido a sus acertadas predicciones.
Fue la sacerdotisa profética que tuvo el honor de preceder el oráculo del dios Apolo, este gran prestigio lo ganó gracias a sus grandes poderes como adivina y a sus acertadas predicciones a lo largo de su vida.
La palabra «sibyl» pertenece al latín, y la palabra griega «antigua sibulla» significa » profetisa». En el mundo antiguo existieron mucha sibilas que fueron reconocidas por sus grandes predicciones.
La denominada pitonisa llevó a cabo reconocidas predicciones como lo fueron «hazañas de Alejandro Magno» siendo resaltada esta predicción en la obra que el escritor Nicanor hizo sobre Alejandro Magno.
Igualmente, se piensa que tuvo al menos 3 nombres, los cuales fueron: sambethe, Helrea y Sabbe. El nombre de sambethe se asoció en algunos momentos de la historia con la familia de personaje bíblico Noe.
Asimismo, la adivina pérsica se inmortalizo mediante una pintura que fue hecha por el artista Guercino, quién destacó una pintura en particular que al día de hoy se encuentra en el museo capitolino de roma.
La sibila de libia
La sacerdotisa y profeta llamada popularmente como la sibila libia, resaltó tras asumir el mando del denominado oráculo del dios Zeus Amon en el grandioso oasis Siwa en el extenso desierto de Libia.
Tras existir gran cantidad de adivinas en el mundo antiguo, Libia se destacó entre las demás adivinas antiguas gracias a las predicciones precisas que hizo sobre grandes eventos a nivel del mundo. Entre sus famosas predicciones destaca la siguiente «llegará el día en el que todo lo que está oculto será revelado»
En algunos mitos de la cultura griega se pensaba que ella fue una hija del dios Zeus, quien la convirtió en la reina de Libia. El escritor Eurìpides habla sobre ella en su obra «lamia» en dicha obra se menciona que ella fue la primera mujer que se le permitió cantar en los oráculos.
Fue oriunda de Samos, lugar en donde paso gran parte de su vida. Tras el pasar de los años la legendaria adivina logró descubrir todos los dones que tenía, además, aprendió a utilizarlos de manera correcta.
Después, se lanzó a practicar el arte de la adivinación con sus primeras predicciones a personas de Libia. Tras su buen trabajo, su nombre se fue popularizando a tal punto que segano el nombre de la sibila de libia.
Al parecer sus dones los sigue utilizando desde el más allá, como prueba existe el testimonio del poeta Serapiòn, quién afirma que la profetiza de libia sigue trasmitiendo sus predicciones aun después de muerta.
La pitonisa de cumas
En la mitología griega se decía que la sibila de cumas pertenecía a la ciudad de Jonia. Tenía la particularidad de ser mitad mujer y mitad ninfa, debido a que su madre era una ninfa y su padre era un humano cuyo nombre era Teodoro.
Se cree que gracias a que su madre era una ninfa, ella fue dada a luz en un pequeño bosque còrico, lugar donde fue encontrada por su padre, quién la recogió y le permitió que viviera con él en su hogar durante toda su vida.
Nació con varios poderes, entre ellos el don de predecir el futuro, pero tenía la particularidad que cada predicción era daba en forma de versos.
En el mundo antiguo la adivina de cumas tuvo un prestigio tan grande, que logro estar entre las 10 adivinas más importantes de todos los tiempos, gracias a que sus grandes poderes hacían que fuera exacta en sus predicciones. Igualmente, la sibila también fue conocida por otros nombres como la Deìfoba, nombre que significa «deidad».
Otro de sus grandes logros, fue que el dios Apolo le prometió que le pensaba cumplir un deseo como recompensa por su aporte a la humanidad. Como compensación por el deseo que le fue otorgado, ella decide mirar el tarot gratis a todo aquel que necesitará un cambio en su vida.
tras conocer de la promesa de Apolo, la adivina de cumas toma entre sus manos un poco de arena, pidiéndole al dios como deseo que ella quería vivir tantos años como la cantidad de partículas de arena había lanzado al aire.
Lo único que no tuvo en cuenta la sibila fue que debió pedir eterna juventud para poder vivir de mejor manera todos esos años que le habían concedido, por lo que envejecía normalmente.
La adivina Délfica
La sibila délfica es uno de los frescos del pintor renacentista Miguel Ángel, quién la retrató en la capilla Sixtina en la ciudad del vaticano durante el año 1509, siendo esta imagen una de las escogidas por el vaticano para que formaran parte del mural de los profetas del antiguo testamento, representando las sibilas malignas del mundo antiguo.
En este retrato, se ve sentada junto a otras adivinas y profetas que se encuentran al lado de un misterioso trono de mármol donde hay figuras de pequeños amorcillos completamente desnudos.
Igualmente, la fígura tiene su cuerpo completamente inclinado hacia la izquierda, mirando un pergamino que lleva entre sus manos, en el cual lleva un escrito con varias de sus mayores predicciones.
Asimismo, se ve que gira su cabeza hacía el sentido contrario, dando la señal que se encontraba sorprendida porque se haría realidad la profecía de que cristo vendría al mundo. Sus túnicas también toman relevancia ya que representaban la sabiduría que caracterizaba a la denominada sibila délfica.